miércoles, 19 de abril de 2017

Campos amarillos de colza… cosecha asegurada

Porque lo importante es la nascencia. Ésta se produjo, y ahora (una vez finalizada la parada invernal) ha llegado la floración. Ya es normal (en Aragón y en el resto de España) encontrar el paisaje teñido de amarillo. En el conjunto nacional hay unas 70.000 hectáreas cultivadas de colza (dato del Ministerio de Agricultura correspondiente a 2015).
El sector agrícola habla de un buen futuro para este cultivo, dado su potencial de adaptación a la escasez de lluvia y a que mejora la estructura del suelo. La raíz de la colza es pivotante, actuando a modo de subsolado natural. La raíz se introduce hasta unos 60 e incluso 80 centímetros de profundidad.
Las recomendaciones de siembra que realizan los expertos son: “El porte de separación ideal es 26 centímetros entre líneas y 12 centímetros entre semillas; es el ideal para lograr que crezcan hasta 400.000 plantas por hectárea”.
La siembra siempre es el paso más importante en agricultura (si no hay siembra… no habrá cosecha). Pero es que en el caso de la colza la cosecha está garantizada (si se ha conseguido que la planta arraigue en el suelo).
Las ventajas que presenta la colza son también su compatibilidad con distintos tipos de terreno (ácidos, básicos, salinos y calcáreos), y su rusticidad (soportando oscilaciones térmicas, incluidas las extremas del invierno).

Fuente: Diariodelcampo

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