Se espera que las labores finalicen prácticamente este mes de enero, mientras el cereal de secano sufre la falta de agua
La cosecha de maíz continúa a muy buen ritmo en la provincia de León, principal productora del país. Ya se ha recogido el 80% del maíz sembrado, es decir, algo más de 46.000 hectáreas. La climatología que está afectando a otros cultivos ha propiciado, en este caso, un buen desarrollo de las labores. «Los agricultores están aprovechando la falta de lluvia para quitarlo todo», según explica el secretario general de UGAL-UPA, Matías Llorente, que apunta a este mes como fecha para finalizar los trabajos, algo «histórico».
Si lo habitual es que aproximadamente un 30% de la superficie no pase por los secaderos, el sector reduce este porcentaje a un 15% en la campaña de este año. En estos momentos resta por recoger en el campo el maíz sembrado en torno al 20 de junio, que cuenta con una humedad del 20%.
La calidad es buena, aunque se confirma la merma en la renta de los agricultores esta campaña.
Los rendimientos estadísticos medios en la provincia de León son de 9.700 kilos, según los datos de ASAJA, aunque hay zonas de riego por aspersión que han alcanzado los 12.000 kilos. La producción es «desigual», aún así, desde UGAL-UPA reconocen que en el mes de mayo era «impensable» pensar que se iba a salvar el cultivo, con unos rendimientos «aceptables».
Rendimientos por debajo de la campaña pasada que se traducirán, según el sector, en unas 550.000 toneladas frente a las 780.000 del pasado año. «No es un desastre, pero hay pérdidas en un cultivo que, no olvidemos, es la estrella de la provincia», según Arsenio García, presidente de ASAJA León.
Las organizaciones son conscientes del cambio climático y de sus efectos. Llorente insiste en que ya no hay estaciones diferenciadas, sino que hay que acostumbrarse a «ciclos cortos, intensos y fuera de época», según Llorente.
Las circunstancias meteorológicas de esta campaña ayudan a la cosecha de maíz pero están causando una gran preocupación respecto al cereal de secano de invierno, debido a la falta de lluvias. Coyuntura que está afectando de forma particular a la provincia de León y, de forma general, a la zona del norte del Duero, como apunta Urbano Blanco, responsable del departamento de cultivos de la cooperativa Agropal. «Estamos preocupados por la sequía, aunque sabemos que hay tiempo para que esta situación se invierta». La solución pasa por la lluvia, que debería llegar en no más de tres o cuatro semanas, según los técnicos, para que no haya pérdidas definitivas.
El año pasado tampoco llovió en esta época. La gran diferencia, según el responsable de Agropal, es que en aquella ocasión se había sembrado «bien». Este año el agricultor ha realizado las labores «a la desesperada, sin lluvias», lamenta.
El trigo y la cebada están teniendo una «mala» nascencia a consecuencia de la falta de humedad. En algunos casos la planta no ha germinado y se ha secado al no poder enraizar. Situación a la que organizaciones como UGAL-UPA añaden los daños ocasionados por los topillos, y que consideran un problema «serio» en zonas de la provincia leonesa como la comarca de Sahagún. «No se nos permite echar veneno y el problema no remite con este tiempo». Esta organización agraria pone de manifiesto situaciones preocupantes en algunas explotaciones de colza.
Por otra parte, desde León ,se llama la atención también ante la situación de los embalses. «En estos momentos no hay disponibilidad para asegurar ningún cultivo en regadío», denuncia LLorente, que espera que en las próximas semanas la nieve o la lluvia solvente esta situación. De no ser así, advierte, «la remolacha y el maíz pueden ser los grandes perjudicados».
Mercado bajo estable
Los datos de la segunda semana del año confirman una ligera subida del precio del trigo blando y del maíz en los mercados mayoristas hasta los 169,45 euros/tonelada y los 176,85 euros/tonelada respectivamente, según los datos de la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España, ACCOE. Por el contrario, la cebada baja hasta los 154,36 euros/tonelada, al igual que el trigo duro cuya cotización disminuye y se coloca en los 220,33 euros/tonelada. El sector de los cereales sigue «estable», como confirman desde la Lonja de León, donde no se vislumbra, de momento, mucha variación. Los datos de ACCOE confirman cotizaciones a la baja para el trigo blando, la cebada y el trigo duro, entre el 7 y el 13%, respecto a enero de 2016, en contra de lo que ocurre con el precio del maíz que sube un 0,38% en relación al pasado año. Los analistas recuerdan, por otra parte, el último informe publicado por el departamento de Agricultura de Estados Unidos donde se confirma un ascenso de la producción mundial de trigo y una gran oferta de cereales. Los precios medios agrarios en Castilla y León se sitúan en: 139 euros/tonelada para la cebada; 154 euros/tonelada en el caso del trigo blando; y 172 euros/tonelada para el maíz grano.
La cosecha de maíz continúa a muy buen ritmo en la provincia de León, principal productora del país. Ya se ha recogido el 80% del maíz sembrado, es decir, algo más de 46.000 hectáreas. La climatología que está afectando a otros cultivos ha propiciado, en este caso, un buen desarrollo de las labores. «Los agricultores están aprovechando la falta de lluvia para quitarlo todo», según explica el secretario general de UGAL-UPA, Matías Llorente, que apunta a este mes como fecha para finalizar los trabajos, algo «histórico».
Si lo habitual es que aproximadamente un 30% de la superficie no pase por los secaderos, el sector reduce este porcentaje a un 15% en la campaña de este año. En estos momentos resta por recoger en el campo el maíz sembrado en torno al 20 de junio, que cuenta con una humedad del 20%.
La calidad es buena, aunque se confirma la merma en la renta de los agricultores esta campaña.
Los rendimientos estadísticos medios en la provincia de León son de 9.700 kilos, según los datos de ASAJA, aunque hay zonas de riego por aspersión que han alcanzado los 12.000 kilos. La producción es «desigual», aún así, desde UGAL-UPA reconocen que en el mes de mayo era «impensable» pensar que se iba a salvar el cultivo, con unos rendimientos «aceptables».
Rendimientos por debajo de la campaña pasada que se traducirán, según el sector, en unas 550.000 toneladas frente a las 780.000 del pasado año. «No es un desastre, pero hay pérdidas en un cultivo que, no olvidemos, es la estrella de la provincia», según Arsenio García, presidente de ASAJA León.
Las organizaciones son conscientes del cambio climático y de sus efectos. Llorente insiste en que ya no hay estaciones diferenciadas, sino que hay que acostumbrarse a «ciclos cortos, intensos y fuera de época», según Llorente.
Las circunstancias meteorológicas de esta campaña ayudan a la cosecha de maíz pero están causando una gran preocupación respecto al cereal de secano de invierno, debido a la falta de lluvias. Coyuntura que está afectando de forma particular a la provincia de León y, de forma general, a la zona del norte del Duero, como apunta Urbano Blanco, responsable del departamento de cultivos de la cooperativa Agropal. «Estamos preocupados por la sequía, aunque sabemos que hay tiempo para que esta situación se invierta». La solución pasa por la lluvia, que debería llegar en no más de tres o cuatro semanas, según los técnicos, para que no haya pérdidas definitivas.
El año pasado tampoco llovió en esta época. La gran diferencia, según el responsable de Agropal, es que en aquella ocasión se había sembrado «bien». Este año el agricultor ha realizado las labores «a la desesperada, sin lluvias», lamenta.
El trigo y la cebada están teniendo una «mala» nascencia a consecuencia de la falta de humedad. En algunos casos la planta no ha germinado y se ha secado al no poder enraizar. Situación a la que organizaciones como UGAL-UPA añaden los daños ocasionados por los topillos, y que consideran un problema «serio» en zonas de la provincia leonesa como la comarca de Sahagún. «No se nos permite echar veneno y el problema no remite con este tiempo». Esta organización agraria pone de manifiesto situaciones preocupantes en algunas explotaciones de colza.
Por otra parte, desde León ,se llama la atención también ante la situación de los embalses. «En estos momentos no hay disponibilidad para asegurar ningún cultivo en regadío», denuncia LLorente, que espera que en las próximas semanas la nieve o la lluvia solvente esta situación. De no ser así, advierte, «la remolacha y el maíz pueden ser los grandes perjudicados».
Mercado bajo estable
Los datos de la segunda semana del año confirman una ligera subida del precio del trigo blando y del maíz en los mercados mayoristas hasta los 169,45 euros/tonelada y los 176,85 euros/tonelada respectivamente, según los datos de la Asociación de Comercio de Cereales y Oleaginosas de España, ACCOE. Por el contrario, la cebada baja hasta los 154,36 euros/tonelada, al igual que el trigo duro cuya cotización disminuye y se coloca en los 220,33 euros/tonelada. El sector de los cereales sigue «estable», como confirman desde la Lonja de León, donde no se vislumbra, de momento, mucha variación. Los datos de ACCOE confirman cotizaciones a la baja para el trigo blando, la cebada y el trigo duro, entre el 7 y el 13%, respecto a enero de 2016, en contra de lo que ocurre con el precio del maíz que sube un 0,38% en relación al pasado año. Los analistas recuerdan, por otra parte, el último informe publicado por el departamento de Agricultura de Estados Unidos donde se confirma un ascenso de la producción mundial de trigo y una gran oferta de cereales. Los precios medios agrarios en Castilla y León se sitúan en: 139 euros/tonelada para la cebada; 154 euros/tonelada en el caso del trigo blando; y 172 euros/tonelada para el maíz grano.
Fuente: Diario de Soria
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